jueves, 28 de mayo de 2009

El amor de un Día


Érase éste un Día que cerró sus ojos
Muriendo de a poco en la tempestad.
Y cantaba, triste, su dulce congoja
Por estar perdiendo a quien amaba más.

El viento alocado gritaba en la nada.
La lluvia, impiadosa, borraba su andar.
Varias nubes grises viajando hacia el norte
Presagiaban todas su oscuro final.

Sombras y más sombras alzaban los brazos
En feroz intento por su voz callar.
Gélidas criaturas ciñeron sus labios,
Mutando el designio a su voluntad.

Pero quiso el sino que un último aliento
Del Día extinguido pudiese escapar.
Respiró profundo, alzó la mirada,
Y en un frágil beso lloró su pesar.

-Fuiste mi imposible- dijo apenas- Una!
Entre tantas luces… Una! En un millón…
Por misericordia, se asomó la Luna
Y con luz piadosa dio la extremaunción.

miércoles, 13 de mayo de 2009

El horizonte en tu laguna


Logro oír sus tenues olas
que, por influjo del viento,
me acunan y me transportan
a ese mágico momento
en el que leo tu olvido
y en el que tengo tu aliento.

Me das tu paz; te doy mis letras.
Entrego mis ratos para unir los tiempos.
Respiramos aire puro
sin pensar en lo que hacemos;
Somos el uno del otro.
Nos tenemos a lo lejos…

Si un día remoloneara
el Sol, en un vano intento
por dejarnos sin abrigo
para el alma y para el cuerpo,
has de saber que la noche
se encenderá con mis leños.

Y si se escapan las musas…
O si comienza el invierno…
Habrá un lejano refugio
donde reescribir el cuento.
Le daremos un final
Inesperado e incierto.

Si la lluvia nos bañase
en el otoño del tiempo,
cual bendición de los dioses
ambos la recibiremos.
Que del agua nace la vida,
y de tu alma, mis versos.