sábado, 8 de agosto de 2009

AMOR PURO DE NIÑO (Puro niño sin amor)

En la prisión de tu carne casi muerta de vida y en tu vida tan llena de mística libertad puedo verte, tan lejano entre la gente como cerca estás de mí mientras pensamos igual.
Esas cosas que los demás no entienden.
Pequeñeces y grandezas de una mágica comunicación.
Ojos nítidos de infancia truncada, celeste cielo en la negrura peor.
Cuerpito frágil e inmóvil.
Confiado cuando amas. Obstinado si no lo sientes.
Rebelde de rebeldía innata porque las cosas no deberían ser como te fueron.
El futuro no te llega y el pasado no libera… pesa y mucho,
complotado con la ley de gravedad que te encadena al suelo.
Imaginás lo que se siente al caminar descalzo?
Intuirás, al menos, la sensación del verde fresco en las plantas de los pies?
O, cual ciego de nacimiento, nunca sabrás lo que significa el color?
A veces tu mentecita tierna desea ser como los otros y correr?
Cuando mis dedos te cuentan los caminitos de un cuento veo moviéndose un índice en vano intento por contar tus propias cuentas…
Tu boquita no besa pero rebalsa amor pegajoso de galletas en las mejillas de quien se acerca por ella. Generoso en tu paraplejia, nos besás igual.
Eso es amor del bueno.
Es el que no abandona, ni reclama ni olvida.
Es el amor que se regala porque si, porque querés.
Amor puro de niño.
Puro niño sin amor…
Si tuviera que pedir perdón por los que lo hicieron y redenciones ajenas, no me alcanzaría la vida aún andando de rodillas hasta el día que me muera.
Y tampoco estoy segura de no haber sido yo misma parte de la trama cruel, con mis miserias y prejuicios y con tanta indiferencia cotidiana.
Caminaré los caminos que no podrás caminar; alzaré en tu nombre los brazos que vos no podes alzar.
La tiranía de un karma impropio enmudeció tu voz inocente pero prometo, en este acto solemne, gritar por vos cuanto pueda.
Hablar en tu nombre es misión sagrada, porque así lo demanda tu delicada e inmovilizada humanidad.
Y el eco de ese grito se escuchará luego, alguna noche lejana en los tiempos del hombre…